cicatrices

Cicatrices

Detrás de cada guerrera ,está el pilar de cada una ,nuestra madre. La madre que te consuela , que te cuida , que te mima en los peores momentos .A la que tu más proteges cuando es mayor y a la que cuidas entre algodones porque es lo más grande de tu vida.
En estos momentos de confinamiento ,cuando a nuestros mayores se  “les encarceló en vida “ , según decían para protegerlos , se les castigó sin ver a sus nietos , sin ver a sus hijos , sin poder besarlos ,ni abrazarlos…Eso es lo que hicimos , sin darnos cuenta de que no le protegíamos , sino que les estábamos quitando lo más precioso de su vida , los minutos que ellos solo saben valorar .
Le llamábamos héroes , pero en realidad era prisioneros , fueron encerrados y aislados , y murieron solos, fue la duda realidad.
Entre ellos mi madre ,quien curó de mis heridas ,de todas las cicatrices de mi operación durante el cáncer , la que más dolió y seguirá doliendo toda la vida.
Se fue apagando lentamente , una gran guerrera , una mujer que no iba con los tiempos sino que se adelantaba a ellos , fuerte porque su vida estuvo llena de adversidades . Una mujer que empezaba a levantarse con los besos puestos en su Corazón de Jesús desgastado y que dentro de los peores tiempos tuvo el mayor regalo.
Estábamos ya casi en la fase 1 , a un día por llegar , haciendo planes para que el reencuentro fuera lleno de esos esperados abrazos virtuales pero con la cercanía que ella se merecía.
Era domingo a un paso del lunes , pero nuestro reencuentro fue en el Tanatorio. Todos los familiares que no nos veíamos no llorábamos de emoción sino de tristeza ,nos saltamos todos los protocolos de seguridad . En los momentos que pierdes a lo más querido que haces para no abrazar a un hermano , a esos nietos que tanto querías.
Tanto ímpetu , por cumplir las normas de distanciamiento dentro del sepelio , por hacer que mi hija enfermerita ni e acercara a ver a su abuelita ni a su madre porque nos consideraban de alto riesgo , para ahora abrazarnos sin consuelo .
Eso si ,éramos dichosas , mi familia fue dichosa porque esa parada respiratoria ,  (aparentemente porque nadie hizo ningún tipo de pruebas y tampoco revisaba ningún síntoma salvo esa acusada tristeza y ansiedad que venía padeciendo , debido a la horrorosa situación) , hizo que falleciera en su casita , arropada con los suyos , aunque no pudimos velarla porque andábamos aún en fase 0 , tan solo por un día .El Lunes 10 de Mayo , el mes de María , el mes de las flores , tuvimos su sepelio ,que por las condiciones de esta nueva fase, nos dejaron tener.
Diez personas en el sepelio y quince en el responso , separadas por bancos eso sí ,para separar en la iglesia los abrazos que nos dimos en la sala, antes en el sepelio…
Unas normas absurdas , todas ellas , sin sentido y establecidas para una humanidad que volverá a despuntar en octubre con un nuevo brote , pero que ha logrado separarnos de lo que más queremos ,nuestros mayores.
Me quedo rota sin ti , preocupada siempre de mis idas y venidas del hospital . La que siempre me preguntaba como iba mi brazo dañado por las secuelas del cáncer o como estaban tus nietas , tu yerno , hasta por mis animales , esa perrita por el parque que se iba disparada para las sillitas de ruedas, pensando que eras tu , que estabas ahí y meneando su rabito , con ladridos de felicidad se acercaba a buscarte en El Retiro.
Será duro para mí porque esta cicatriz es la más dura de todas mis heridas , la que más duele , la que pica por fuera y quema por dentro .
Si mi fuerza viene de Dios ,era porque tu, me la transmitías cada día y se que no ibas a durarme toda la vida , pero no que sería en estas circunstancias.
Hoy desvanecida con la gran pérdida que supone para mí , sabiendo que desde el cielo seguirás siendo ese torbellino  mujer qué eras , tocándole a los ángeles ese piano que no pudiste tener en la tierra, tu gran pasión . Eres ahora libre y se que seguirás dándome esa fuerza que necesito junto a tus hijos y nietos.
Un besito al cielo mi dulce mami. Como te decía de pequeña y mayor “ te quiero muchos millones y muchos más”

Arsenia Calvo
María José López

Mi madre "Arsenia Calvo"